¿Cómo se forman los nuevos virus?

La formación de nuevos virus es un proceso complejo que involucra varios mecanismos. Aquí hay tres formas principales a través de las cuales pueden surgir nuevos virus:

1. Mutaciones Genéticas y Recombinación:

Los virus sufren constantemente mutaciones en su material genético, lo que provoca variaciones en su estructura y comportamiento. Estas mutaciones pueden provocar cambios en la capacidad del virus para infectar células huésped, replicarse o escapar de la respuesta inmune del huésped. En algunos casos, la recombinación genética puede ocurrir cuando diferentes cepas de un virus infectan la misma célula huésped. Esta recombinación puede dar lugar a nuevas cepas virales con combinaciones únicas de rasgos genéticos, aumentando su potencial de infectividad y patogenicidad.

2. Transferencia zoonótica (desbordamiento):

La transferencia zoonótica se refiere a la transmisión de un virus desde un reservorio animal a los humanos. Muchos virus humanos se originan en animales, incluidos los virus de la influenza, los coronavirus y el virus de la rabia. Factores como la invasión humana de los hábitats animales, los cambios en el comportamiento animal y el aumento de las interacciones entre humanos y animales pueden facilitar los eventos de desbordamiento. Los virus zoonóticos pueden sufrir una mayor adaptación en humanos, lo que podría dar lugar a nuevas cepas virales con mayor transmisibilidad o virulencia.

3. Escapes de laboratorio:

En raras ocasiones, pueden surgir nuevos virus como resultado de accidentes de laboratorio o de una mala manipulación de materiales infecciosos. Los laboratorios que trabajan con virus peligrosos, como los que participan en la investigación o el desarrollo de vacunas, cuentan con estrictas medidas de bioseguridad para minimizar el riesgo de liberaciones accidentales. Sin embargo, las infracciones de estos protocolos pueden provocar en ocasiones infecciones adquiridas en el laboratorio y la posible propagación de nuevas cepas virales.

Es importante señalar que la aparición de nuevos virus no ocurre con regularidad. La mayoría de las mutaciones en los virus son intrascendentes o incluso perjudiciales para su supervivencia. Sólo un pequeño número de mutaciones o recombinaciones genéticas conducen a la formación de nuevos virus con importantes implicaciones para la salud pública. Sin embargo, la vigilancia, la investigación y la cooperación internacional continuas son cruciales para monitorear, detectar y responder eficazmente al surgimiento de nuevas amenazas virales.