La lejía es un agente oxidante que puede matar una variedad de microorganismos, incluido el virus de la gripe H1N1. Cuando la lejía entra en contacto con el virus, daña la envoltura viral e inhibe la replicación del virus. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la lejía es una sustancia corrosiva y puede ser dañina si no se usa correctamente. Siempre se debe utilizar en un área bien ventilada y según las instrucciones del fabricante. Además, la lejía puede ser perjudicial para ciertos materiales, por lo que es importante probarla en un área pequeña antes de usarla en una superficie grande.