¿Qué son los virus activos?
Los virus activos pueden causar una amplia gama de síntomas, según el tipo de virus y el huésped que infecta. Algunos síntomas comunes de infecciones virales activas incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares, fatiga y dolor de cabeza. En algunos casos, las infecciones virales también pueden provocar síntomas más graves, como neumonía, meningitis o encefalitis.
Los virus activos generalmente se transmiten a través del contacto con una persona o un animal infectado, a través del aire o a través de alimentos o agua contaminados. Algunos virus también se pueden transmitir a través del contacto sexual o mediante transfusiones de sangre.
La mejor manera de prevenir infecciones virales activas es evitar la exposición a los virus que las causan. Esto se puede lograr practicando una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto con personas enfermas y evitar alimentos y agua contaminados. Algunas infecciones virales también se pueden prevenir vacunándose.
Si cree que puede tener una infección viral activa, es importante que consulte a su médico para que pueda recibir un diagnóstico y tratamiento. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a reducir la gravedad de los síntomas y prevenir complicaciones.