¿Qué es una lágrima de Mallory-Weiss?

Un desgarro de Mallory-Weiss es una afección médica caracterizada por un desgarro o laceración en el revestimiento del esófago, generalmente en o cerca de la unión gastroesofágica (GEJ), donde el esófago se encuentra con el estómago. Por lo general, es causada por vómitos fuertes o prolongados, que pueden provocar un aumento de la presión en el abdomen y hacer que el contenido del estómago regrese al esófago, provocando el desgarro. Las lágrimas de Mallory-Weiss a menudo se asocian con el consumo de alcohol, trastornos alimentarios y ciertos medicamentos que pueden causar irritación o inflamación del revestimiento del esófago. En algunos casos, las lágrimas de Mallory-Weiss pueden provocar sangrado y complicaciones posteriores como anemia, hipotensión (presión arterial baja) y heces alquitranadas (heces oscuras y pegajosas debido a la presencia de sangre digerida).

Los síntomas de un desgarro de Mallory-Weiss pueden incluir:

- Dolor abdominal superior

- Náuseas y vómitos (que pueden o no ser sanguinolentos)

- Dificultad para tragar

- Hinchazón abdominal

- Reflujo ácido o acidez de estómago.

- Sensación de desmayo o aturdimiento

El tratamiento para un desgarro de Mallory-Weiss generalmente implica medidas conservadoras como:

- Descansar el sistema digestivo evitando los alimentos sólidos durante un período de tiempo.

- Líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación.

- Medicamentos para reducir la producción de ácido estomacal y promover la curación.

- Transfusiones de sangre en casos de hemorragia grave.

En la mayoría de los casos, los desgarros de Mallory-Weiss se curan por sí solos en unos pocos días o semanas. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser necesarios tratamientos más intensivos o una intervención quirúrgica para controlar el sangrado o reparar el desgarro.

Es importante buscar atención médica si experimenta algún síntoma que sugiera un desgarro de Mallory-Weiss, especialmente si tiene antecedentes de abuso de alcohol o trastornos alimentarios. El diagnóstico y tratamiento oportunos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y facilitar el proceso de curación.