¿Por qué duele una aguja sin filo?
Una aguja desafilada duele más que una aguja afilada porque causa más daño a los tejidos. Cuando una aguja afilada perfora la piel, crea una incisión limpia y estrecha que sana rápidamente. Una aguja desafilada, por otro lado, rasga y desgasta la piel, creando una herida más grande que es más propensa a infecciones y dolor.
Además, una aguja sin filo requiere más fuerza para penetrar la piel, lo que puede causar dolor y daño adicional al tejido. El aumento de presión también puede dañar los nervios de la zona, provocando una sensación de hormigueo o entumecimiento.
Por estos motivos, siempre es importante utilizar una aguja afilada al perforar la piel. Las agujas desafiladas deben desecharse adecuadamente para evitar lesiones accidentales.