Cuando la piel se lesiona, la inflamación se beneficia de esta respuesta.

El beneficio de la respuesta inflamatoria cuando la piel se lesiona es que ayuda a proteger el cuerpo de infecciones y promueve la curación. El proceso de inflamación da como resultado la liberación de varios mediadores químicos, como la histamina, que hace que los vasos sanguíneos se dilaten y se vuelvan más permeables, lo que permite que las células inmunes y el líquido lleguen al área lesionada. También provoca un aumento del flujo sanguíneo, que lleva oxígeno y nutrientes al sitio para facilitar la curación. Las células inflamatorias, como los neutrófilos y los macrófagos, ayudan a eliminar el tejido dañado y a combatir las infecciones, promoviendo el proceso de curación. Además, la respuesta inflamatoria activa procesos como la coagulación sanguínea para prevenir el sangrado excesivo. Si bien la inflamación puede causar molestias en forma de dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor, es una respuesta esencial que, en última instancia, ayuda a proteger y reparar la piel dañada.