¿Cuáles pueden ser las causas de que una llaga no cicatrice?
- Infección: Las infecciones bacterianas o fúngicas pueden retardar el proceso de curación o incluso impedir que una llaga sane en primer lugar. Los signos de infección incluyen aumento del enrojecimiento, hinchazón, calor, drenaje y decoloración y pus de color amarillo, verde o marrón.
- Diabetes: Los diabéticos son propensos a tener llagas que no sanan porque los altos niveles de azúcar en el torrente sanguíneo dañan los vasos sanguíneos pequeños, especialmente los de las extremidades y los pies, lo que puede provocar una circulación deficiente o reducida.
- Mala circulación: La sangre suministra el oxígeno y los nutrientes necesarios para curar las heridas. Si tiene alguna afección médica que afecte el flujo sanguíneo, como una enfermedad arterial, es posible que una llaga sane más lentamente de lo esperado.
- Deficiencia nutricional: Una nutrición adecuada es esencial para la curación, ya que ciertas vitaminas y nutrientes, como la vitamina A, la vitamina C y el zinc, son necesarios para el crecimiento y la reparación sanos de los tejidos. La deficiencia de estas vitaminas y nutrientes cruciales puede ralentizar el proceso de curación.
- Enfermedad subyacente: A veces, la curación se retrasa debido a una afección médica subyacente. Los ejemplos incluyen enfermedad renal, enfermedad hepática, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y una enfermedad autoinmune.
- Efectos secundarios de los medicamentos: Ciertos medicamentos, incluidos los esteroides y los fármacos de quimioterapia, inhiben el sistema inmunológico. Un sistema inmunológico debilitado puede afectar la cicatrización de heridas.
- Fumar: Dificulta el flujo sanguíneo en los vasos pequeños y disminuye la disponibilidad de oxígeno para ayudar a curar la herida.
- Obesidad: El exceso de peso corporal provoca inflamación crónica, dificultando procesos celulares como la cicatrización de heridas.
- Edad avanzada: A medida que las personas envejecen, el proceso de curación se ralentiza.