¿Por qué la sangre rezuma de una herida venosa en lugar de brotar como en una herida arterial?

La diferencia en el comportamiento del flujo sanguíneo entre heridas arteriales y venosas se debe principalmente a las diferencias estructurales y funcionales entre arterias y venas. He aquí por qué sale sangre de una herida venosa:

1. Presión arterial :Las arterias transportan sangre oxigenada desde el corazón al resto del cuerpo. Están sujetos a una alta presión generada por la acción de bombeo del corazón. Cuando se lesiona una arteria, la alta presión obliga a la sangre a salir de la herida de forma pulsante, lo que provoca un chorro de sangre.

2. Presión venosa :Las venas transportan sangre desoxigenada de regreso al corazón. La presión dentro de las venas es significativamente menor en comparación con las arterias. Las venas tienen paredes más delgadas y menos elásticas, lo que les permite expandirse y adaptarse a las variaciones en el volumen de sangre. En consecuencia, las heridas venosas no experimentan el mismo nivel de presión que provoca el chorro de sangre.

3. Velocidad del flujo sanguíneo :La sangre fluye a mayor velocidad en las arterias debido a la fuerte acción de bombeo del corazón. Este rápido flujo sanguíneo puede generar un efecto similar a un chorro cuando se corta una arteria, provocando un chorro de sangre. Por el contrario, el flujo sanguíneo en las venas es más lento y menos contundente. La menor velocidad del flujo sanguíneo venoso contribuye a la supuración o filtración de sangre de las heridas venosas.

4. Tamaño y contracción del vaso :Las arterias suelen tener un diámetro mayor en comparación con las venas. El mayor diámetro de las arterias permite que fluya un mayor volumen de sangre a través de ellas. Además, las arterias tienen paredes más gruesas y musculares, que pueden contraerse para reducir el flujo sanguíneo en caso de lesión. Esta constricción ayuda a controlar el sangrado de las heridas arteriales. Por otro lado, las venas son de menor diámetro y sus paredes son más delgadas y menos musculosas. Las venas tienen una capacidad limitada para contraerse, lo que hace que sea más difícil detener el sangrado de las heridas venosas.

5. Ubicación y gravedad :Las arterias suelen estar ubicadas más profundamente dentro de los tejidos debido a su función de suministrar sangre oxigenada a diversos órganos y tejidos. Cuando una arteria se lesiona, los tejidos circundantes pueden proporcionar cierta compresión, lo que ayuda a reducir el sangrado. Por el contrario, las venas suelen encontrarse más cerca de la superficie de la piel, lo que las hace más susceptibles a sufrir lesiones y menos probabilidades de beneficiarse de la compresión externa. Además, la fuerza de la gravedad ayuda a que la sangre venosa regrese al corazón, lo que contribuye a la exudación continua de sangre de las heridas venosas.

En resumen, la combinación de una presión más baja, un flujo sanguíneo más lento, un tamaño de vaso más pequeño, una contracción vascular menos efectiva y la influencia de la gravedad contribuyen a la característica exudación de sangre de las heridas venosas, a diferencia de los chorros de sangre que se observan en las heridas arteriales.