¿Por qué siempre tengo moretones por todas partes?

Los hematomas, también conocidos como equimosis, ocurren cuando se dañan pequeños vasos sanguíneos debajo de la piel, lo que hace que la sangre se filtre hacia el tejido circundante. Varios factores pueden contribuir a la aparición de hematomas frecuentes, entre ellos:

1. Medicamentos:Ciertos medicamentos, como los anticoagulantes (p. ej., aspirina, warfarina), antiplaquetarios (p. ej., clopidogrel) y algunos esteroides, pueden interferir con la coagulación de la sangre y hacerlo más susceptible a sufrir hematomas.

2. Edad:A medida que las personas envejecen, su piel se vuelve más delgada y frágil, lo que la hace más susceptible a sufrir hematomas.

3. Deficiencias nutricionales:La vitamina C y K son esenciales para mantener los vasos sanguíneos sanos. Las deficiencias de estas vitaminas pueden provocar un aumento de los hematomas.

4. Trastornos hemorrágicos:afecciones como la hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand afectan la coagulación de la sangre y pueden provocar hematomas frecuentes.

5. Enfermedad hepática:el hígado desempeña un papel crucial en la producción de proteínas necesarias para la coagulación de la sangre. El daño hepático puede comprometer este proceso y aumentar el riesgo de hematomas.

6. Trastornos vasculares:Ciertas afecciones vasculares, como vasculitis o capilares frágiles, pueden debilitar las paredes de los vasos sanguíneos y provocar hematomas con facilidad.

7. Traumatismo físico:Golpes, lesiones o caídas menores también pueden provocar hematomas, especialmente si tu piel es sensible o frágil.

8. Condiciones médicas:algunas afecciones médicas subyacentes, como el síndrome de Cushing, el síndrome de Ehlers-Danlos, el escorbuto y la leucemia, pueden provocar un aumento de hematomas.

Si experimenta hematomas frecuentes e inexplicables sin ninguna causa aparente, es importante consultar a un médico para una evaluación. Pueden determinar el motivo subyacente de los hematomas y recomendar un tratamiento adecuado o modificaciones en el estilo de vida para reducir el riesgo de hematomas excesivos.