Sí, es perfectamente normal que la lengua toque las encías después de perder un diente de leche. De hecho, es importante dejar que la lengua explore el área para ayudar a limpiar y sanar el tejido de las encías. La lengua también puede ayudar a estimular los dientes y la mandíbula circundantes, lo que puede ayudar a promover un crecimiento saludable.