Sí, es normal que los niños vayan perdiendo los molares a medida que crecen. Los niños suelen tener 20 dientes primarios, también conocidos como dientes de leche, que comienzan a caerse alrededor de los 6 años y son reemplazados por 32 dientes permanentes. Los molares se encuentran entre los últimos dientes en erupcionar y también entre los últimos en perderse. La mayoría de los niños pierden sus primeros molares entre los 10 y 12 años, y sus segundos molares entre los 12 y 14 años. La pérdida de molares es una parte natural del crecimiento y, por lo general, no es motivo de preocupación. Sin embargo, si a su hijo se le caen los dientes antes de los 6 años, es importante consultar a un dentista para descartar cualquier problema subyacente.