Se recomienda dejar el prepucio en paz y permitir que se separe naturalmente de la cabeza del pene. Retirar el prepucio demasiado pronto puede resultar doloroso y perjudicial. Sólo un médico debe retraer el prepucio de un bebé si es necesario por razones médicas. Forzarlo puede causar dolor, hinchazón, cicatrices e incluso fimosis (un prepucio demasiado apretado que no quiere retraerse en absoluto).