Poner a un bebé en el microondas es extremadamente peligroso y puede tener consecuencias fatales. Las microondas utilizan radiación electromagnética para calentar rápidamente alimentos y otros materiales. Cuando se coloca a un bebé en un microondas, la radiación puede causar daños graves a los delicados tejidos del bebé, incluidos el cerebro y los órganos internos. El bebé también puede sufrir quemaduras y problemas respiratorios. En resumen, poner a un bebé en el microondas es una forma grave de abuso infantil y puede tener resultados trágicos.