Un tampón no puede quedar atrapado alrededor de una estructura similar a un tubo en el cuerpo. Los tampones están diseñados para insertarse en la vagina y tienen un cordón adherido para que se puedan quitar fácilmente. Si un tampón no se retira correctamente, puede causar una serie de problemas, incluido el síndrome de shock tóxico (SST), que es una infección bacteriana poco común pero grave. Si le preocupa tener un tampón atascado en su cuerpo, es importante que consulte a un médico de inmediato.