Las niñas se lubrican naturalmente mediante la producción de secreciones vaginales. Estas secreciones son producidas por las glándulas ubicadas en el cuello uterino y las paredes de la vagina. La cantidad y naturaleza de la lubricación pueden variar según factores como la excitación sexual, los niveles hormonales y las variaciones individuales. Durante la excitación sexual, el aumento del flujo sanguíneo al área genital promueve la producción de secreciones vaginales, lo que resulta en una lubricación natural.