¿Qué es la enfermedad CVM?

La enfermedad CVM, también conocida como vaginitis canina o vulvovaginitis, es un problema de salud común en las perras que implica inflamación de la vulva y/o vagina. Puede afectar a perros de todas las edades y razas, pero es más frecuente en hembras no esterilizadas y en celo.

Causas de la enfermedad CVM:

- Infecciones bacterianas:Bacterias como Escherichia coli (E. coli), Staphylococcus spp. y Streptococcus spp. se asocian comúnmente con la enfermedad CVM.

- Infecciones por hongos:el crecimiento excesivo de Candida albicans, un tipo de levadura, también puede causar inflamación e infección de la vulva y la vagina.

- Infecciones virales:ciertos virus, incluidos el herpesvirus canino y el virus del moquillo canino, también pueden provocar la enfermedad CVM.

- Desequilibrios hormonales:los cambios en los niveles hormonales, especialmente durante el ciclo estral, pueden hacer que los perros sean más susceptibles a desarrollar la enfermedad CVM.

- Alergias y sensibilidades:Algunos perros pueden experimentar vulvovaginitis como resultado de alergias alimentarias, alérgenos ambientales o contacto con irritantes.

- Anomalías anatómicas:en casos raros, las anomalías anatómicas, como una abertura vaginal estrecha o malformada, pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad CVM.

Síntomas de la enfermedad CVM:

- Secreción vulvar:Un síntoma común es una secreción de la vulva que puede ser clara, turbia o mucopurulenta (que contiene pus).

- Lamido frecuente o irritación de la vulva:Las perras pueden lamerse o rascarse la vulva para aliviar las molestias.

- Esfuerzo o dificultad para orinar:la inflamación y la hinchazón en la vulva y la vagina pueden hacer que la micción sea incómoda o difícil para los perros afectados.

- Enrojecimiento, hinchazón o inflamación de la vulva y/o vagina

- Mal olor:Puede haber un olor desagradable debido a la secreción o a una infección.

- Deslizarse:Los perros pueden "deslizarse" con sus cuartos traseros por el suelo en un intento de aliviar el picor o la irritación en la zona vulvar.

Si su perro muestra alguno de estos síntomas, es importante llevarlo a un veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado. La enfermedad CVM generalmente se puede controlar con antibióticos, antifúngicos u otros medicamentos para abordar la causa subyacente de la inflamación. Esterilizar a una perra también puede ayudar a prevenir futuros episodios de enfermedad CVM.