¿Cómo funcionan los capilares?

Los capilares son el tipo de vasos sanguíneos más pequeños y numerosos, forman la red que conecta las arterias con las venas y permite el intercambio de nutrientes y productos de desecho entre la sangre y los tejidos. Así es como funcionan los capilares:

1. Filtración :La presión arterial en los capilares fuerza el líquido, junto con solutos como nutrientes, hormonas y productos de desecho, fuera de las paredes de los capilares hacia el tejido circundante. Este proceso se conoce como filtración. La tasa de filtración depende del equilibrio entre la presión hidrostática (presión arterial) y la presión osmótica (la tendencia del agua a pasar de un área de baja concentración de soluto a un área de alta concentración de soluto) dentro del capilar.

2. Reabsorción :A medida que el líquido filtrado se mueve a través del tejido, la presión osmótica del plasma sanguíneo (debido a la presencia de proteínas como la albúmina) atrae el líquido de regreso al capilar. Este proceso se conoce como reabsorción. La reabsorción ayuda a mantener el equilibrio de líquidos entre la sangre y los tejidos, evitando la acumulación excesiva de líquido en los tejidos.

3. Intercambio de nutrientes y productos de desecho :Las delgadas paredes de los capilares permiten el intercambio de nutrientes y productos de desecho entre la sangre y las células circundantes. El oxígeno, los nutrientes (como la glucosa y los aminoácidos) y las hormonas pasan de los capilares a las células del tejido, mientras que el dióxido de carbono y los productos de desecho metabólicos (como la urea y la creatinina) regresan de las células del tejido a los capilares. Este proceso de intercambio es esencial para suministrar a las células las sustancias necesarias para sus actividades metabólicas y eliminar los productos de desecho.

4. Drenaje linfático :El exceso de líquido que no se reabsorbe en los capilares se drena al sistema linfático, una red de vasos que ayuda a devolver el líquido y las células inmunitarias al torrente sanguíneo. El sistema linfático juega un papel importante en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y la prevención de la inflamación de los tejidos.

El funcionamiento de los capilares es crucial para mantener la homeostasis en el cuerpo, garantizar el suministro adecuado de nutrientes y oxígeno a las células y la eliminación de productos de desecho. Cualquier deterioro de la función capilar puede provocar daños en los tejidos y diversas afecciones de salud.