¿Es común vomitar después de una amigdalectomía?
Los vómitos después de una amigdalectomía pueden ser un problema porque pueden provocar deshidratación y desequilibrio electrolítico. Esto es especialmente importante en los niños, que son más susceptibles a la deshidratación. Por esta razón, es importante realizar un seguimiento de cuánto bebe su hijo después de la cirugía y buscar atención médica si vomita excesivamente.
En la mayoría de los casos, las náuseas y los vómitos después de la amigdalectomía desaparecerán en unos pocos días. Sin embargo, si su hijo experimenta vómitos intensos o persistentes, es importante que se comunique con su médico.