¿Qué pasa cuando tragas cloruro?

La ingestión de cloruro en pequeñas cantidades, que normalmente se encuentra en la sal de mesa (cloruro de sodio), generalmente no se considera dañina. El cloruro es un electrolito esencial que desempeña un papel en la regulación del equilibrio de líquidos, el mantenimiento de la presión arterial adecuada y la facilitación de la función nerviosa y muscular en el cuerpo. Sin embargo, consumir cantidades excesivas de cloruro puede provocar ciertos efectos sobre la salud.

1. Desequilibrio electrolítico :La ingesta excesiva de cloruro puede alterar el equilibrio electrolítico del cuerpo. Esto puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, debilidad muscular y dolores de cabeza. Los desequilibrios electrolíticos graves pueden causar problemas de salud más graves, como deshidratación y latidos cardíacos irregulares.

2. Hipercloremia :El consumo de niveles extremadamente altos de cloruro puede provocar una afección llamada hipercloremia, caracterizada por niveles anormalmente elevados de cloruro en la sangre. Esta condición puede provocar alteraciones metabólicas y puede ser particularmente dañina para personas con ciertas condiciones de salud subyacentes, como enfermedad renal o insuficiencia cardíaca.

3. Agravamiento de la hipertensión :El cloruro desempeña un papel en la regulación de la presión arterial. La ingesta excesiva de cloruro puede contribuir a la presión arterial alta (hipertensión) en personas que ya están predispuestas a esta afección. Esto puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

4. Sensibilidad a la sal :Algunas personas pueden ser más sensibles a los efectos de la ingesta de cloruro y sal. En tales casos, incluso cantidades moderadas de cloruro pueden provocar retención de líquidos, hinchazón (edema) y presión arterial alta.

Es importante mantener una dieta equilibrada y un consumo moderado de cloruro y sal. La ingesta diaria recomendada de sodio para adultos es de 2300 miligramos (mg). Esto corresponde a unos 5.800 mg de cloruro de sodio o 2,3 gramos de sal al día. Sin embargo, es posible que las personas con determinadas condiciones de salud o recomendaciones dietéticas específicas deban limitar aún más su consumo de sal.

Si le preocupa su ingesta de cloruro o experimenta algún efecto adverso después de consumir cloruro, es recomendable consultar con un profesional de la salud. Pueden brindarle orientación personalizada según su estado de salud individual y recomendar modificaciones dietéticas apropiadas.