¿Qué es una nasaloscopia?

Una nasaloscopia es un procedimiento de diagnóstico mínimamente invasivo que se utiliza para examinar visualmente la cavidad nasal, los conductos nasales y la parte posterior de la garganta. Se realiza comúnmente para identificar diversas afecciones que afectan los conductos nasales o para investigar síntomas como congestión o secreción nasal, sangrado nasal, dificultad para respirar, sinusitis o sensación de cuerpo extraño.

Durante una nasaloscopia, un profesional de la salud, generalmente un especialista en oído, nariz y garganta (otorrinolaringólogo) o un proveedor de atención médica capacitado en otorrinolaringología, utiliza un instrumento especializado llamado nasoscopio.

Aquí hay una descripción general de los pasos involucrados en una nasaloscopia:

1. Preparación:

- Se le pedirá que se recueste cómodamente sobre una mesa de exploración.

- El profesional de la salud puede aplicar descongestionantes o anestésicos tópicos en las fosas nasales para reducir cualquier molestia durante el procedimiento. Este paso se puede omitir si el procedimiento se realiza para una evaluación urgente de ciertos síntomas.

2. Inserción del nasoscopio:

- El profesional sanitario insertará suavemente el nasoscopio, un tubo delgado y flexible con una pequeña cámara y una fuente de luz en la punta, en una de sus fosas nasales.

- Se avanza el nasoscopio a través del conducto nasal.

3. Examen visual:

- A medida que se inserta el nasoscopio, el profesional de la salud podrá visualizar el interior de los conductos nasales, incluido el tabique nasal, los cornetes (pequeñas estructuras óseas dentro de la nariz) y las aberturas de los senos nasales.

- La cámara del nasoscopio transmite imágenes en vivo a un monitor conectado, lo que permite al profesional de la salud evaluar las estructuras de la nariz, detectar anomalías y evaluar la posible causa de los síntomas.

4. Documentación y Remoción:

- El profesional sanitario puede utilizar el monitor para tomar imágenes fijas o vídeos de cualquier hallazgo anormal con fines de documentación.

- Una vez finalizado el examen, se retira con cuidado el nasoscopio del conducto nasal.

A lo largo del procedimiento, el profesional sanitario puede pedirle que realice ciertas acciones como olfatear o inclinar la cabeza para facilitar el examen y obtener una mejor visión de zonas específicas.

Una nasaloscopia generalmente se tolera bien, pero es posible que experimente una leve molestia o un reflejo nauseoso durante el procedimiento. El profesional de la salud se esforzará por minimizar cualquier malestar mediante el uso de técnicas adecuadas y podrá brindar tranquilidad y apoyo durante el examen.