No es exacto decir que una uña encarnada infectada siempre morirá. Si bien las infecciones pueden hacer que las uñas encarnadas se vuelvan más dolorosas e hinchadas, la infección en sí no suele provocar la muerte de la uña. En la mayoría de los casos, un tratamiento médico adecuado, incluidos antibióticos para tratar la infección y un corte adecuado de las uñas, puede resolver el problema sin necesidad de que la uña muera. Si la infección es grave y no se trata, puede provocar complicaciones más graves, pero no necesariamente significa que la uña del pie vaya a morir.