No es normal experimentar náuseas y debilidad durante varios días después de que le hayan obturado un diente. Si bien se espera cierta incomodidad y sensibilidad después de un procedimiento dental, estos síntomas generalmente deberían desaparecer en unos pocos días. Si experimenta estos síntomas, se recomienda comunicarse con su dentista o médico para descartar posibles problemas médicos subyacentes y garantizar una atención de seguimiento adecuada.