¿Qué pasa con el nervio del diente?
Cuando la pulpa está dañada o infectada, puede causar un dolor intenso. Esto puede deberse a una variedad de factores, que incluyen caries profundas, traumatismos o un diente roto. En algunos casos, la pulpa puede morir, lo que puede provocar la formación de un absceso.
El tratamiento para una pulpa dañada o infectada generalmente implica eliminar el tejido dañado y sellar el diente. Esto se puede hacer mediante un tratamiento de conducto. En algunos casos, es posible que sea necesario extraer el diente.
Prevenir daños a la pulpa es importante para mantener la salud bucal. Esto se puede lograr practicando una buena higiene bucal, incluido el cepillado y el uso de hilo dental con regularidad, y evitando alimentos y bebidas azucarados. Los controles y limpiezas dentales regulares también pueden ayudar a prevenir problemas con la pulpa.