¿Por qué el bebé no come?
Infección de oído: Las infecciones de oído pueden causar dolor y malestar, lo que puede dificultar la alimentación. Su bebé puede alejarse del pecho o del biberón y puede tener dificultad para succionar o tragar.
Reflujo gastroesofágico: El reflujo ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago, provocando una sensación de ardor y malestar. Esto puede hacer que comer sea difícil y doloroso, y puede hacer que su bebé llore o se queje durante la alimentación.
Estreñimiento: El estreñimiento puede causar dolor y malestar abdominal, lo que puede dificultar que su bebé coma. Es posible que tengan heces duras y poco frecuentes y que lloren o se quejen al defecar.
Enfermedad: La enfermedad puede provocar una disminución del apetito y dificultar la alimentación. Si su bebé está enfermo, es posible que no tenga ganas de comer y que vomite o tenga diarrea.
Distracciones: Los bebés pueden distraerse fácilmente durante las tomas, lo que puede dificultarles la alimentación. Cosas como ruidos fuertes, luces brillantes y otras personas en la habitación pueden distraer a su bebé de comer.
Candidiasis oral: La candidiasis es una infección fúngica de la boca que puede causar manchas blancas o llagas en la lengua y el interior de la boca. Esto puede hacer que a su bebé le resulte doloroso comer y es posible que se niegue a amamantar o a tomar el biberón.
Condiciones médicas subyacentes: Algunas afecciones médicas subyacentes, como alergias, anemia y fibrosis quística, pueden provocar dificultades para comer. Si su bebé tiene alguna de estas afecciones, es posible que tenga dificultades para aumentar de peso y necesite métodos de alimentación especiales.
Delicadeza: Algunos bebés pueden simplemente ser quisquillosos con la comida y negarse a comer ciertos alimentos o en ciertos momentos. Esto puede ser un desafío frustrante, pero es importante tener paciencia y evitar obligar a su bebé a comer cualquier cosa que no quiera.
Si le preocupan los hábitos alimentarios de su bebé, hable con su médico. Pueden ayudarlo a identificar la causa del problema y recomendarle formas de mejorar la alimentación de su bebé.