¿Cuál es el pasaje central del cuento Espejos malignos de Robert Benchley?

El pasaje central del cuento "Malignant Mirrors" de Robert Benchley es una reflexión sobre la aversión del autor a los espejos. Benchley describe cómo siente que los espejos magnifican sus defectos y lo hacen sentir cohibido. Continúa diciendo que preferiría vivir en un mundo sin espejos, donde pudiera estar libre del recordatorio constante de sus propias imperfecciones.

El pasaje central de Benchley es una exploración humorística del tema de la autoimagen. Utiliza hábilmente la metáfora de los espejos para representar la forma en que a menudo nos vemos a nosotros mismos desde una perspectiva negativa. El pasaje es un recordatorio de que no debemos ser demasiado duros con nosotros mismos y que debemos tratar de aceptar nuestros defectos como parte de lo que nos hace únicos.

Aquí está el pasaje central de "Espejos malignos":

>Los espejos, para mí, son el crecimiento maligno en el cuerpo político de la civilización moderna. Están en la raíz de más infelicidad y miseria que todas las guerras y revoluciones de la historia juntas. Son responsables de que ningún hombre o mujer esté jamás satisfecho con su apariencia.

>Yo mismo soy víctima del complejo del espejo. Nunca he mirado un reflejo de mí mismo sin sentir una oleada de disgusto y odio que me invade. Mi nariz es demasiado larga, mis ojos demasiado pequeños, mi piel demasiado pálida y mi cabello demasiado fino. Soy una monstruosidad, un fenómeno de la naturaleza.

>Si pudiera salirme con la mía, aboliría todos los espejos de la faz de la tierra. Viviría en un mundo donde podría estar libre del constante recordatorio de mi propia fealdad. Entonces sería feliz.