¿Qué son las muertes prematuras?
Las muertes prematuras pueden deberse a diversas causas, entre ellas:
1. Enfermedades no transmisibles: Las enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares (enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (EPOC y asma) y la diabetes son las principales causas de muertes prematuras en todo el mundo.
2. Enfermedades transmisibles: Enfermedades infecciosas como la tuberculosis, el VIH/SIDA, la malaria y la diarrea contribuyen a la mortalidad prematura, especialmente en entornos con recursos limitados.
3. Lesiones no intencionadas: Los accidentes, como los accidentes de tráfico, los ahogamientos, las caídas, las quemaduras y las intoxicaciones, pueden provocar muertes prematuras.
4. Violencia y lesiones interpersonales: El homicidio, el suicidio y otras formas de daño intencional pueden causar muertes prematuras.
5. Condiciones de salud materna e infantil: Las complicaciones durante el embarazo, el parto y el posparto, así como las enfermedades infantiles y la desnutrición, pueden provocar muertes prematuras.
6. Factores ambientales: La contaminación del aire, la contaminación del agua, la exposición a sustancias químicas nocivas y los desastres relacionados con el clima pueden contribuir a la mortalidad prematura.
7. Factores de comportamiento y estilo de vida: Factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta poco saludable y la inactividad física pueden aumentar el riesgo de muerte prematura por enfermedades crónicas.
Abordar las muertes prematuras requiere intervenciones y políticas integrales dirigidas a la prevención, la detección temprana y el manejo eficaz de los factores y causas de riesgo subyacentes.