¿Morirá tu amigo que tiene cáncer terminal y ha ingresado en un hospicio?

No necesariamente. Si bien los cuidados paliativos a menudo se asocian con los cuidados al final de la vida, es fundamental recordar que el objetivo de los cuidados paliativos es brindar comodidad y apoyo a las personas con una enfermedad terminal. La decisión de hacer la transición a cuidados paliativos no significa que la muerte sea inminente o inevitable.

El hospicio se centra en mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan enfermedades graves en lugar de prepararse únicamente para la muerte. Implica un equipo de profesionales de la salud que brindan apoyo médico, emocional y espiritual tanto al paciente como a sus seres queridos. La atención se centra en controlar los síntomas, aliviar el dolor y garantizar la comodidad del paciente.

Algunas personas que reciben cuidados paliativos pueden experimentar mejoras inesperadas en su condición, lo que les permite recuperar una mejor calidad de vida. Si bien el hospicio se centra en los cuidados al final de la vida, también fomenta vivir cada día al máximo hasta el momento natural de la muerte.

Por lo tanto, no es correcto suponer que su amigo definitivamente morirá porque ha ingresado en cuidados paliativos. Si bien es un reconocimiento de su grave condición, el hospicio tiene como objetivo hacer que el resto del viaje sea lo más cómodo y compasivo posible, mientras apreciamos y celebramos cada momento de la vida.