El tiempo que una persona moribunda vive con la respiración de Cheyne-Stokes varía según el individuo y la afección médica subyacente. La respiración de Cheyne-Stokes es un patrón de respiración caracterizado por períodos alternos de respiraciones profundas y superficiales, a menudo acompañadas de una pausa en la respiración (apnea). Se observa comúnmente en personas que están críticamente enfermas o en las etapas finales de la vida. La presencia de la respiración de Cheyne-Stokes puede indicar que el cuerpo de la persona se está apagando y que la muerte puede ser inminente. En algunos casos, la respiración de Cheyne-Stokes puede durar varias horas o incluso días, mientras que en otros puede que sólo esté presente durante un breve período antes de que ocurra la muerte. Es importante señalar que la presencia de la respiración de Cheyne-Stokes no significa necesariamente que la muerte sea inminente, ya que algunas personas pueden experimentarla durante un período prolongado sin un deterioro inmediato.