Cómo tener conversaciones difíciles con tu familia
2. Sea claro acerca de sus objetivos: Sepa exactamente lo que quiere lograr con la charla. Escriba sus puntos principales y posibles resultados.
3. Utilice declaraciones en primera persona: Encuadre sus pensamientos y sentimientos utilizando declaraciones en primera persona para evitar sonar acusatorio o confrontativo. Por ejemplo, en lugar de decir "tú siempre...", prueba con "Siento..." o "Me estreso cuando..."
4. Escuche activamente: Preste toda su atención a la persona que habla y demuestre que está genuinamente interesado en lo que tiene que decir.
5. Sea respetuoso y empático: Trátense unos a otros con respeto y amabilidad. Trate de comprender la perspectiva de la otra persona, incluso si no está de acuerdo.
6. Mantén la calma y el control: Mantenga sus emociones bajo control y evite ponerse a la defensiva o enojarse. Tome descansos si es necesario para mantener la compostura.
7. Utilice la comunicación no verbal: Presta atención a tu lenguaje corporal, tono y expresiones faciales. Mantenga el contacto visual y utilice gestos afirmativos.
8. Evite distracciones: Apague los teléfonos y otras distracciones para asegurarse de que la conversación tenga toda la atención de todos.
9. Esté abierto a hacer concesiones: Esté preparado para encontrar soluciones que funcionen para todos los involucrados y comprenda que no todo tiene que salir como usted quiere.
10. Busque puntos en común: Concéntrese en valores, objetivos o intereses compartidos para encontrar áreas de acuerdo que puedan ayudar a construir puentes entre puntos de vista opuestos.
11. Evite la culpa: No señale con el dedo ni culpe a nadie durante la conversación. En lugar de ello, concéntrate en resolver problemas y seguir adelante.
12. Ten paciencia: Es posible que las conversaciones difíciles no siempre resuelvan los problemas de inmediato. Dense tiempo unos a otros para procesar, reflexionar y volver a la conversación.