Si tiene 16 años y está en cuidado de crianza en WA, tiene una orden de fuga vigente y está dispuesta a quedar embarazada a los 21 años, ¿cuáles son las repercusiones posibles del matrimonio?

Si tienes 16 años y estás en un hogar de acogida en el estado de Washington, y tienes una orden de fuga vigente, existen varias repercusiones potenciales si estás dispuesta a entregarte y estás embarazada de una persona de 21 años.

1. Consecuencias legales :Huir de un hogar de acogida se considera un delito de estatus en el estado de Washington. Esto significa que no es un delito, pero aún así puede tener consecuencias legales. Si se entrega, es posible que lo regresen a un hogar de crianza o lo coloquen en un centro de detención juvenil. También es posible que deba asistir a asesoramiento u otros servicios.

2. Custodia de los hijos :Si está embarazada y da a luz mientras está en cuidado de crianza, el estado puede tomar la custodia de su hijo. Esto se debe a que el Estado tiene el deber de proteger la seguridad del niño. Es posible que pueda recuperar la custodia de su hijo más adelante, pero deberá trabajar con el estado para demostrar que puede brindarle un hogar seguro y estable.

3. Matrimonio :Si estás embarazada de una persona de 21 años, es posible casarte, pero puede que no sea la mejor decisión para ti. Si se casa, será legalmente responsable de su cónyuge y de los hijos que tengan juntos. Esto puede incluir brindar apoyo financiero y tomar decisiones importantes sobre su familia. Debes considerar cuidadosamente tus opciones y hablar con un adulto de confianza antes de decidir si te casarás o no.

4. Embarazo y derechos de los padres :Si está embarazada, es importante que reciba atención y apoyo prenatal. Es posible que pueda obtener ayuda del estado o de una organización comunitaria. También debes hablar con tu médico o partera sobre tus derechos como padre.

Es importante tener en cuenta que cada caso es único y las consecuencias de entregarse pueden variar dependiendo de su situación específica. Si está considerando entregarse, es recomendable hablar con un abogado o defensor de bienestar infantil que pueda ayudarlo a comprender sus derechos y opciones.