No, una prueba de Papanicolaou no dañará al bebé si se realiza en las primeras semanas de embarazo. Las pruebas de Papanicolaou son procedimientos simples y de rutina que se utilizan para detectar cáncer de cuello uterino y otras anomalías. Implican recolectar suavemente células del cuello uterino, que es la abertura del útero. Dado que el procedimiento no implica ningún contacto directo con el bebé o el útero, no existe riesgo de dañar al bebé.