¿Es peligrosa la ducha vaginal durante el embarazo y qué le hará al bebé?

Las duchas vaginales no se recomiendan durante el embarazo y pueden ser perjudiciales para el bebé.

Los riesgos de las duchas vaginales durante el embarazo incluyen:

* Infección: Las duchas vaginales pueden introducir bacterias en la vagina, lo que puede provocar infecciones como la vaginosis bacteriana (VB) y las infecciones por hongos. Estas infecciones pueden aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.

* Parto prematuro: Las duchas vaginales se han relacionado con un mayor riesgo de parto prematuro. Se cree que esto se debe al hecho de que las duchas vaginales pueden alterar el equilibrio normal de las bacterias en la vagina, lo que puede provocar inflamación y contracciones uterinas.

* Aborto espontáneo: Las duchas vaginales también se han relacionado con un mayor riesgo de aborto espontáneo. Se cree que esto se debe al hecho de que las duchas vaginales pueden dañar el cuello uterino, lo que puede aumentar la probabilidad de que se produzca un aborto espontáneo.

Además de estos riesgos, las duchas vaginales también pueden causar otros problemas durante el embarazo, como:

* Sequedad vaginal: Las duchas vaginales pueden eliminar los aceites naturales que lubrican la vagina, lo que puede provocar sequedad y malestar vaginal.

* Prurito y ardor: Las duchas vaginales también pueden causar picazón y ardor en la vagina.

* Relación sexual dolorosa: Las duchas vaginales pueden hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas al provocar que la vagina se seque e irrite.

Si está embarazada, es importante evitar las duchas vaginales. Si tiene alguna inquietud sobre su salud vaginal, hable con su médico.