La gonadotropina coriónica humana (hCG) es una hormona producida por la placenta durante el embarazo. Por lo general, se detecta en la sangre entre 10 y 14 días después de la concepción y sus niveles aumentan rápidamente en el primer trimestre, alcanzando su punto máximo alrededor de las semanas 8 a 11 de gestación. Después de que nace el bebé, los niveles de hCG comienzan a disminuir y, por lo general, ya no son detectables en la sangre entre 4 y 6 semanas después del parto. Sin embargo, en algunos casos, los niveles de hCG pueden tardar hasta 12 semanas o más en volver a la normalidad.