Si tiene 38 semanas de embarazo y experimenta calambres menstruales, es esencial que se comunique con su proveedor de atención médica de inmediato. Si bien los cólicos menstruales suelen ser una parte normal del embarazo, en esta etapa también podrían ser un signo de parto prematuro. Su proveedor de atención médica puede evaluar su condición y determinar si es momento de ir al hospital. Lo mejor es pecar de precavido y buscar atención médica.