Por lo general, es menos probable que un aborto espontáneo en las primeras etapas o dentro del primer mes de embarazo cause daños físicos duraderos. Dado que el embrión es relativamente pequeño y el período gestacional es corto, el útero experimenta un período de cambio más corto y no sufre un estiramiento significativo. Sin embargo, es importante consultar con un profesional médico después de sufrir un aborto espontáneo para analizar las posibles implicaciones, ya que las circunstancias de cada individuo pueden variar.