Según Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, el hombre es, para los demás, un lobo. Esta famosa cita, "Homo homini lupus" en latín, es del dramaturgo romano Plauto y refleja la visión pesimista de Freud sobre la naturaleza humana. Freud creía que cada individuo tiene impulsos y deseos primitivos y agresivos, que a menudo son inconscientes y están fuera de nuestro control. Estos instintos agresivos pueden generar conflictos y destructividad, haciendo que las relaciones humanas sean inherentemente complejas y llenas de tensión. El concepto freudiano de la naturaleza humana enfatiza la importancia de comprender la mente inconsciente y controlar estos impulsos primitivos para lograr una coexistencia sana y satisfactoria con los demás.