¿Qué causa el daño cerebral por meningitis?
1. Inflamación e hinchazón:la meningitis causa inflamación de las meninges, las capas protectoras que cubren el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación puede provocar un aumento de la presión dentro del cráneo, lo que puede comprimir y dañar el tejido cerebral.
2. Alteración de la barrera hematoencefálica:la meningitis, especialmente cuando es causada por ciertas bacterias o virus, puede alterar la barrera hematoencefálica, un mecanismo protector que evita que sustancias nocivas entren al cerebro. Esta alteración permite que las toxinas y los factores inflamatorios ingresen al cerebro y causen daño a las células cerebrales.
3. Edema cerebral:la inflamación severa y el aumento de la presión dentro del cráneo pueden provocar edema cerebral, que es la inflamación del tejido cerebral debido a la acumulación de líquido. El edema cerebral puede aumentar aún más la presión sobre las estructuras cerebrales y provocar daño tisular.
4. Isquemia y accidente cerebrovascular:la inflamación y la hinchazón de las meninges pueden comprimir los vasos sanguíneos y restringir el flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede provocar isquemia, una afección en la que el tejido cerebral se ve privado de oxígeno y nutrientes, lo que provoca un accidente cerebrovascular.
5. Absceso cerebral:las bacterias u hongos que causan meningitis a veces pueden ingresar al tejido cerebral y formar abscesos, que son acumulaciones localizadas de pus y tejido infectado. Estos abscesos pueden causar daño al tejido cerebral circundante.
6. Émbolos sépticos:en algunos casos, las bacterias u hongos que causan la meningitis pueden viajar a través del torrente sanguíneo y alojarse en pequeños vasos sanguíneos del cerebro, lo que lleva a la formación de émbolos sépticos. Estos émbolos pueden bloquear el flujo sanguíneo y provocar que pequeñas áreas del tejido cerebral se vuelvan isquémicas y dañen.
La gravedad del daño cerebral causado por la meningitis depende de varios factores, incluido el organismo causante, la respuesta inmune del individuo y la rapidez del diagnóstico y tratamiento. El diagnóstico temprano y la terapia antibiótica o antiviral adecuada pueden reducir significativamente el riesgo de daño cerebral grave y complicaciones neurológicas a largo plazo.