¿Qué preguntas puedes hacerte a ti mismo que puedan significar que un miembro de la familia es un ápice alcohólico?
1. ¿Ha notado cambios significativos en sus patrones de consumo de alcohol, como mayor frecuencia, cantidad o duración del consumo de alcohol?
2. ¿Pon excusas o mienten para encubrir su consumo de alcohol o sus consecuencias?
3. ¿Ha notado algún cambio en su apariencia física, como ojos inyectados en sangre, temblores o cambios en el color o elasticidad de la piel?
4. ¿Se han visto afectadas sus responsabilidades en el trabajo, la escuela o el hogar por el consumo de alcohol?
5. ¿Usted u otras personas han estado preocupados o expresado preocupación por su comportamiento con la bebida?
6. ¿Han hecho múltiples intentos fallidos de reducir o controlar su consumo de alcohol?
7. ¿Beben para afrontar emociones o acontecimientos de la vida difíciles?
8. ¿Han experimentado síntomas de abstinencia cuando dejan o reducen su consumo de alcohol?
9. ¿Han perdido interés en actividades o pasatiempos que solían disfrutar?
10. ¿Da prioridad a la bebida sobre las relaciones, las obligaciones sociales o el cuidado personal?
Es importante recordar que estas preguntas sirven como herramienta de autoevaluación y buscar asesoramiento u orientación profesional es crucial para una evaluación y apoyo precisos. Si le preocupa el consumo de alcohol de un ser querido, considere comunicarse con un profesional de salud mental, un especialista en adicciones o una persona de confianza que pueda ayudarlo a brindarle los recursos y la orientación adecuados.