¿Por qué el alcohol emborracha?
1. Efectos sobre el Sistema Nervioso Central: El etanol actúa principalmente sobre el sistema nervioso central (SNC), que está formado por el cerebro y la médula espinal. Mejora el neurotransmisor inhibidor ácido gamma-aminobutírico (GABA) y reduce la actividad de los neurotransmisores excitadores como el glutamato. Este desequilibrio hace que el cerebro se inhiba, suprimiendo ciertas vías neuronales y provocando diversos cambios en la percepción, el comportamiento y la coordinación.
2. Cognición y juicio deteriorados: Con el aumento de los niveles de alcohol en sangre, el alcohol afecta la corteza cerebral, la parte del cerebro responsable de funciones de nivel superior como el razonamiento, el juicio y la toma de decisiones. Esto puede provocar un deterioro del juicio y una sensación de euforia o disminución de las inhibiciones, lo que puede contribuir a un comportamiento arriesgado.
3. Habilidades motoras: El alcohol afecta el cerebelo, que controla el equilibrio y la coordinación. Incluso con niveles más bajos de alcohol en sangre, la capacidad para realizar tareas motoras precisas, como caminar y conducir, puede verse comprometida.
4. Náuseas y vómitos: El etanol puede irritar el revestimiento del estómago y provocar náuseas y vómitos en algunas personas. Esto es especialmente común cuando se bebe cantidades excesivas de alcohol o se consume con el estómago vacío.
5. Metabolismo y toxicidad del alcohol: El hígado es el principal responsable de metabolizar (descomponer) el alcohol. Cuando la tasa de consumo de alcohol excede la capacidad de procesamiento del hígado, el nivel de alcohol en sangre aumenta y provoca intoxicación. Además, el alcohol puede producir sustancias tóxicas durante su metabolismo, como el acetaldehído, lo que contribuye a los efectos negativos del consumo excesivo de alcohol.
6. Alteraciones del sueño: Inicialmente, el alcohol puede tener un efecto sedante, haciendo que uno se duerma más fácilmente. Sin embargo, puede alterar los patrones de sueño más tarde en la noche, provocando un sueño inquieto e interrumpido.
Es importante tener en cuenta que la sensibilidad individual al alcohol y sus efectos pueden variar ampliamente, influenciadas por factores como el sexo, la edad, el peso corporal, la experiencia con el alcohol y la presencia de afecciones médicas subyacentes. Generalmente se recomienda un consumo responsable y moderado de alcohol para minimizar los posibles riesgos para la salud.