El tratamiento para un apéndice reventado generalmente implica cirugía para extirpar el apéndice y limpiar el área afectada. Se pueden usar antibióticos antes y después de la cirugía para ayudar a prevenir o tratar la infección. Sin embargo, los antibióticos por sí solos no suelen ser suficientes para tratar el apéndice reventado, ya que no pueden eliminar el tejido infectado y es posible que no puedan llegar a todas las áreas infectadas. Retrasar o evitar la cirugía por apéndice reventado puede provocar complicaciones graves, como sepsis y muerte. Si experimenta síntomas de apéndice reventado, como dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y vómitos, es importante buscar atención médica inmediata.