¿Por qué los quirófanos se mantienen fríos?
* Para reducir el riesgo de infección. Una temperatura más fría ayuda a ralentizar el crecimiento de bacterias y virus. Esto es importante porque la cirugía crea una herida abierta, que es un blanco fácil para la infección.
* Para evitar que el paciente se sobrecaliente. Durante la cirugía, el paciente está bajo anestesia, lo que puede provocar un aumento de la temperatura corporal. Un quirófano más fresco ayuda a mantener la temperatura del paciente bajo control.
* Para que los cirujanos y el resto del personal médico se sientan más cómodos. Una temperatura más fría puede ayudar al equipo quirúrgico a mantenerse concentrado y alerta durante procedimientos prolongados.
La temperatura ideal para un quirófano es entre 68 y 72 grados Fahrenheit. Esta temperatura es lo suficientemente fría como para reducir el riesgo de infección y sobrecalentamiento, pero también es lo suficientemente cálida como para resultar cómoda para el equipo quirúrgico.