El número de personas por médico se refiere a la relación entre la población y el número de médicos en un área determinada. Proporciona una indicación de la disponibilidad y accesibilidad de los servicios de atención médica dentro de esa región. Un mayor número de personas por médico sugiere que hay menos médicos en relación con la población, lo que puede resultar en tiempos de espera más prolongados para las citas, acceso limitado a atención especializada y una mayor carga de trabajo para los profesionales de la salud. Por el contrario, un menor número de personas por médico indica una mejor proporción, lo que podría conducir a tiempos de espera más cortos, una atención más individualizada por parte de los proveedores de atención médica y mejores resultados de atención médica. Es una métrica esencial utilizada en la planificación y formulación de políticas de atención médica para garantizar recursos adecuados y una distribución equitativa de los servicios de atención médica en las diferentes regiones.