Una institución permanente es una organización o estructura que se establece con una perspectiva de largo plazo y no está sujeta a cambios frecuentes o significativos. Está diseñado para perdurar durante un período prolongado y cumplir un propósito o función específica en la sociedad. Ejemplos de instituciones permanentes incluyen gobiernos, universidades, organizaciones religiosas y bancos centrales. Estas instituciones cuentan con estructuras, sistemas y procedimientos bien definidos que aseguran su continuidad y sostenibilidad. Desempeñan papeles cruciales en diversos sectores y brindan estabilidad, continuidad y un marco para que individuos y organizaciones operen durante generaciones.