Ansiedad, cerebro y COVID prolongado:lo que dice la investigación

Ansiedad y COVID prolongado

El COVID prolongado es una afección que puede ocurrir en personas que han tenido COVID-19. Puede causar una amplia gama de síntomas, que incluyen fatiga, dificultad para respirar, confusión mental y ansiedad.

La ansiedad es un síntoma común del COVID prolongado. En un estudio, hasta el 50% de las personas con COVID prolongado informaron haber experimentado ansiedad.

Hay algunas razones posibles por las que la ansiedad puede ser un síntoma de COVID prolongado.

* Inflamación: El COVID-19 puede causar inflamación en el cerebro. Esta inflamación puede provocar cambios en el funcionamiento del cerebro, lo que puede provocar ansiedad.

* Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Las personas que han tenido una experiencia traumática, como la COVID-19, pueden desarrollar PTSD. El trastorno de estrés postraumático puede causar ansiedad, así como otros síntomas como flashbacks, pesadillas y evitación.

* Otros factores: Puede haber otros factores que contribuyan a la ansiedad en las personas con COVID prolongado, como el aislamiento social, el estrés financiero o el miedo a que se repita.

Tratamiento para la ansiedad en COVID prolongado

Existen varios tratamientos diferentes que se pueden utilizar para tratar la ansiedad en personas con COVID prolongado.

* Terapia: La terapia puede ayudar a las personas a aprender a controlar su ansiedad y a afrontar los síntomas del COVID prolongado.

* Medicamentos: Se pueden utilizar medicamentos ansiolíticos para ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.

* Cambios de estilo de vida: Hacer cambios saludables en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente, puede ayudar a mejorar la ansiedad.

Si experimenta ansiedad como síntoma de COVID prolongado, es importante buscar tratamiento. Existen muchos tratamientos efectivos disponibles que pueden ayudarlo a controlar su ansiedad y mejorar su calidad de vida.

Cómo afecta el COVID-19 al cerebro

Existe cierta evidencia de que el COVID-19 puede afectar el cerebro.

* Inflamación: La inflamación es una respuesta que provoca hinchazón, enrojecimiento y calor. El COVID-19 puede causar inflamación en el cerebro. Esta inflamación puede causar daño a las células cerebrales y provocar cambios en la forma en que funciona el cerebro, también llamado neuroinflamación.

* Coágulos de sangre: El COVID-19 también puede provocar coágulos de sangre. Estos coágulos de sangre pueden bloquear el flujo de sangre al cerebro, lo que puede provocar accidentes cerebrovasculares y otras lesiones cerebrales.

* Microhemorragias: El COVID-19 también puede provocar microhemorragias, pequeñas hemorragias en el cerebro. Las microhemorragias pueden dañar el tejido cerebral y provocar cambios en el funcionamiento del cerebro.

Los impactos de COVID-19 en el cerebro pueden variar según el individuo. Algunas personas pueden experimentar sólo síntomas leves o temporales, mientras que otras pueden experimentar síntomas más graves y duraderos.

Investigación sobre COVID prolongado y salud cerebral

Existe un creciente número de investigaciones sobre los efectos del COVID prolongado en la salud del cerebro. Algunos estudios han encontrado que las personas con COVID prolongado pueden tener cambios en la estructura y función del cerebro, como:

* Reducción del volumen de materia gris: La materia gris es la parte del cerebro involucrada en el procesamiento de información, el aprendizaje y la memoria. Los estudios han encontrado que las personas con COVID prolongado pueden tener un volumen reducido de materia gris en áreas del cerebro involucradas en estas funciones.

* Cambios en la microestructura de la sustancia blanca: La materia blanca es la parte del cerebro que conecta diferentes regiones del cerebro. Los estudios han encontrado que las personas con COVID prolongado pueden tener cambios en la microestructura de la materia blanca, lo que puede afectar la comunicación entre diferentes regiones del cerebro.

* Actividad cerebral alterada: Los estudios han encontrado que las personas con COVID prolongado pueden tener una actividad cerebral alterada, como un aumento de la actividad en algunas regiones del cerebro y una disminución de la actividad en otras. Estos cambios pueden ser responsables de los síntomas del COVID prolongado, como fatiga, confusión mental y ansiedad.

La investigación sobre el COVID prolongado y la salud cerebral aún está en curso y hay mucho que aún no sabemos. Sin embargo, los estudios que se han realizado sugieren que el COVID-19 puede afectar el cerebro y que estos impactos pueden contribuir a los síntomas del COVID prolongado.