¿Cómo se diagnostica el trastorno bipolar?
- Un período de estado de ánimo elevado, aumento de actividad y disminución de la necesidad de dormir (manía o hipomanía) que es significativamente diferente del estado habitual de la persona y que dura al menos una semana (o cualquier duración si es necesaria la hospitalización).
- Síntomas que provoquen un deterioro significativo en el funcionamiento social u ocupacional o que requieran hospitalización.
- El episodio no es causado por el consumo de sustancias o una condición médica general.
Además, la persona debe haber experimentado al menos un episodio depresivo mayor.
El diagnóstico de trastorno bipolar lo realiza un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, quien realizará una evaluación exhaustiva que puede incluir:
- Un examen físico para descartar cualquier condición médica que pueda estar causando los síntomas.
- Una evaluación psicológica para evaluar el estado de ánimo, los pensamientos y el comportamiento de la persona.
- Una revisión de la historia de la persona, incluidos los antecedentes familiares de enfermedad mental.
El diagnóstico del trastorno bipolar puede ser un desafío, ya que puede resultar difícil distinguirlo de otras afecciones de salud mental, como la depresión, la ansiedad o los trastornos por uso de sustancias.