¿Qué es el estrés residual?

La tensión residual es una tensión interna autoequilibrada que existe dentro de un material sin que se le aplique ninguna carga externa. Puede surgir de diversos procesos, como técnicas de fabricación, tratamiento térmico, deformación plástica, transformaciones de fase y daños mecánicos. Las tensiones residuales se pueden clasificar en macroscópicas o microscópicas. Las tensiones residuales macroscópicas son aquellas que varían significativamente en distancias grandes en comparación con el tamaño de grano del material, mientras que las tensiones residuales microscópicas son aquellas que varían significativamente en distancias comparables al tamaño de grano.

Las tensiones residuales pueden tener efectos significativos sobre las propiedades y el rendimiento de los materiales. Pueden afectar la resistencia, ductilidad, vida a fatiga, resistencia a la corrosión y estabilidad dimensional del material. En algunos casos, las tensiones residuales pueden ser beneficiosas, como en el caso del hormigón pretensado, donde las tensiones de compresión residuales pueden mejorar la resistencia del material. Sin embargo, en otros casos, las tensiones residuales pueden ser perjudiciales, como en el caso de estructuras soldadas, donde las tensiones de tracción residuales pueden provocar grietas y fallas.

Existen varios métodos para medir las tensiones residuales, como la difracción de rayos X, la difracción de neutrones y las técnicas de perforación de agujeros. Estas técnicas proporcionan información valiosa sobre la magnitud, distribución y profundidad de las tensiones residuales dentro de un material. Gestionar y controlar las tensiones residuales es un aspecto importante en la ingeniería y el diseño de materiales, ya que puede ayudar a mejorar el rendimiento y la seguridad de los materiales y componentes.