Factores ambientales en la selección de género en Fruit Flies
D. melanogaster se originó en el África subsahariana y comenzó a emigrar hacia el norte hace unos 10.000 años. Características físicas necesarias para la adaptación a nuevos ambientes están codificados genéticamente por los cromosomas de los animales y están fuertemente influenciadas por las condiciones ambientales , como la temperatura . La diferencia extrema de las temperaturas medias a lo largo de esta ruta ha exigido la adaptación genética , lo que ha dado lugar a la aparición de los insectos en ambientes diferentes.
Influencia de la temperatura
Varios rasgos de la mosca de la fruta , Drosophila buzzattii , están determinados por la temperatura. Un estudio publicado en la edición de junio 2006 de la " herencia " investigó los efectos de la adaptación térmica de 13 rasgos de D. buzzattii recogido desde el sureste de Australia . Los investigadores encontraron que las ubicaciones geográficas y sus características climáticas eran responsables de la adaptación a los ambientes . El estudio encontró además que el género fue en gran parte determinada por la temperatura, pero otros factores pueden estar involucrados también.
Reglamento genética
La estructura de la D. cromosoma melanogaster está regulada por un gen llamado " estrecho " o cRM. Un artículo publicado en el número de enero de 2001, de " PLoS Genetics " ha descubierto que el gen crm es el control principal de fenotipos , o características físicas, que están regulados por la temperatura. El artículo llegó a la conclusión de que las fluctuaciones en el control de entorno inter - conectados procesos fisiológicos controlados por el gen crm , que impulsan la evolución de las especies .
Otros factores ambientales
la abundancia de alimentos afectará a la supervivencia de las moscas de la fruta en función del sexo . Un informe en la edición de julio de 2011 de " Fly" mide la cantidad de la ingesta de alimentos entre hombres y moscas de la fruta hembras , Drosophila melanogaster. Los investigadores midieron la cantidad de heces producidas por ambos sexos , mediante el uso de moléculas trazadoras y encontraron que las mujeres consumen entre tres y cinco veces más comida de la que lo hacen los hombres. El estudio concluyó que las restricciones dietéticas tendrán más efectos sobre la población femenina que en la población masculina.