Si bien los médicos tienen el deber de cuidar a sus pacientes, no están obligados legalmente a detenerse y administrar ayuda a las víctimas de accidentes. Sin embargo, algunos estados tienen leyes que exigen que personas con formación médica brinden asistencia en determinadas circunstancias, como cuando alguien se encuentra en peligro inminente de muerte o de lesiones corporales graves.