Retención de casos en salud pública se refiere a la práctica de aislar y cuidar a personas que han sido infectadas con una enfermedad contagiosa para evitar la propagación de la infección a otras personas. Esto puede implicar aislar a las personas infectadas en casa o en un entorno de atención médica e implementar medidas como cuarentena y distanciamiento social para prevenir el contacto entre personas infectadas y otras personas. La retención de casos es un componente importante del control y la gestión de brotes y puede ayudar a frenar la propagación de una infección y proteger a las poblaciones vulnerables.