¿Fumar tiene efectos sobre la vejiga?
1. Mayor riesgo de cáncer de vejiga :Fumar es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de vejiga. Los carcinógenos presentes en el humo del tabaco pueden dañar las células del revestimiento de la vejiga, lo que hace que los fumadores tengan entre 4 y 6 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga que los no fumadores.
2. Irritación de la vejiga :Fumar puede causar irritación e inflamación del revestimiento de la vejiga. Esto puede provocar síntomas como micción frecuente, urgencia y dolor o malestar en la parte inferior del abdomen.
3. Vejiga hiperactiva :Fumar puede exacerbar la vejiga hiperactiva (VH), una afección caracterizada por micción frecuente y urgente e incontinencia. Las sustancias químicas de los cigarrillos pueden estimular los músculos de la vejiga y hacer que se contraigan con más frecuencia de lo debido.
4. Función de la vejiga deteriorada :Fumar puede dañar los nervios que controlan la función de la vejiga. Esto puede provocar problemas como incontinencia urinaria, dificultad para vaciar la vejiga por completo (retención) y aumento de orina residual en la vejiga.
5. Retraso en la cicatrización de heridas :Fumar también puede retrasar la curación de heridas y procedimientos quirúrgicos, incluidas las cirugías de vejiga. Esto puede aumentar el riesgo de complicaciones después de cirugías relacionadas con la vejiga.
6. Disfunción eréctil (en hombres) :Fumar es un factor de riesgo conocido para la disfunción eréctil (DE). Fumar puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios implicados en lograr y mantener una erección. La disfunción eréctil también puede empeorar los síntomas de una vejiga hiperactiva.
7. Complicaciones del embarazo :En las mujeres, fumar durante el embarazo puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU) y otras complicaciones que afectan la vejiga.
Es fundamental que los fumadores sean conscientes de los efectos adversos del tabaquismo sobre la salud de la vejiga y el bienestar general. Dejar de fumar es una de las formas más efectivas de reducir los riesgos asociados con el tabaquismo, incluidos los relacionados con la vejiga y el sistema urinario.